La senadora de los Estados Unidos, Kirsten Gillibrand, que es miembro del Comité de Agricultura del Senado, anunció un proyecto de ley para derribar las barreras a servicios sociales esenciales a medida que los estadounidenses luchan para recuperarse de la crisis del COVID-19. Gillibrand va avolver a presentar la Ley de Salud, Oportunidades y Empoderamiento Personal, o la Ley HOPE, por sus siglas en inglés. Este es un proyecto integral para derribar las barreras que afectan a las personas y familias con bajos ingresos para que puedan acceder a los servicios sociales y beneficios que necesitan para llegar a fin de mes. A lo largo de la pandemia, millones de estadounidenses recién desempleados han acudido al gobierno para recibir servicios de apoyo —muchos por primera vez— para poder seguir poniendo comida sobre la mesa y pagar sus cuentas. La Ley HOPE modernizaría y agilizaría cómo los beneficiarios elegibles pueden acceder a la nutrición, la vivienda, el cuidado de la salud, la capacitación laboral y los problemas de asistencia al desempleo cruciales. El congresista Joe Morelle (D-NY) volvió a presentar en la Cámara de Representantes un proyecto de ley complementario.
“En el curso de la pandemia, millones de estadounidenses han perdido sus empleos y luchan por apoyar a sus familias”, dijo la senadora Gillibrand. “Ahora, en estos tiempos cruciales de recuperación, el gobierno federal tiene una responsabilidad de implementar programas antipobreza, de cuidados de salud, de nutrición, vivienda y apoyo laboral que sean lo más accesibles a la mayor cantidad de gente posible. La Ley HOPE eliminaría las barreras para los estadounidenses de bajos ingresos y desatendidos para que puedan acceder a los servicios gubernamentales y agilizaría nuestros programas que sirven como una red de seguridad social. Me enorgullece volver a presentar este proyecto de ley con el congresista Morelle y seguiré dándole prioridad al apoyo para los neoyorquinos que están pasando necesidades”.
“Todos los días hay familias que dependen de programas del gobierno para ayudar a poner alimentos en la mesa y cubrir sus necesidades básicas. Durante la pandemia del COVID-19 estos servicios han tenido una demanda incluso mayor”, expresó el congresista Morelle. “Desafortunadamente existen barreras significativas que demasiado a menudo impiden que las personas accedan a los beneficios que necesitan y merecen. Mi proyecto, la Ley HOPE, ayudará a apoderar a los estadounidenses con las herramientas para tener éxito y asegurarse de que nadie sea olvidado”.
Joel Berg, director ejecutivo de Hunger Free America, una organización nacional de servicios directos y de abogacía, comentó: “Debido a que la nueva ley de recuperación autoriza asistencia adicional contra el hambre y la pobreza y busca salvar vidas, es particularmente urgente implementar la idea que Hunger Free America ha impulsado hace mucho tiempo: hacer que sea más fácil que las personas de bajos ingresos soliciten en línea una gran cantidad de beneficios y permitirles acordar de forma voluntaria con agencias de gobierno y ONGs algunos planes para aumentar sus oportunidades económicas a largo plazo. Estamos muy agradecidos de que el congresista Morelle y la senadora Gillibrand están tomando la batuta para hacer esta idea una realidad. Los planes de la Ley HOPE tienen el potencial para mejorar y modernizar dramáticamente los programas de redes de seguridad para la crisis y más allá. Esto reducirá la pobreza en los Estados Unidos y les asegurará a los contribuyentes una mayor eficiencia en los programas. Este esfuerzo es perfectamente compatible con los esfuerzos de la administración Biden de mejorar la infraestructura digital de la nación. Como siempre, agradecemos que la senadora Gillibrand sea una de las principales líderes de la nación en cuanto a asuntos relacionados con el hambre y la alimentación”.
Más de 82 millones de personas han solicitado beneficios por desempleo desde que comenzó la pandemia. Sin embargo, el proceso ha estado repleto de retos administrativos, entre los que se destacan tiempos de espera irrazonables, desinformación sobre la elegibilidad, llamadas cortadas y la falta de conocimiento para iniciar el proceso de solicitud. Asimismo, aunque se ha disparado la demanda por servicios de nutrición como SNAP, muchos estados y condados están atravesando un atraso significativo en el procesamiento de las solicitudes. Las familias trabajadoras dependen de estos programas hoy más que nunca y, sin embargo, se han enfrentado a retrasos inaceptables o se les han negado beneficios para los que cualifican. La Ley HOPE brindará un cambio significativo a la administración, aplicación y distribución de beneficios clave en tiempos en los que se necesitan más.
Puede consultar un resumen del proyecto de ley aquí (en ingles).